Empezaba la reconstrucción del país luego de la Guerra Grande, cuando los Sres. Christian Lahusen y Antonio Prange emprenden la “aventura oriental”. Cruzaron desde Buenos Aires y luego de un exhaustivo análisis adquieren cuatro suertes de estancia (año 1854) en la confluencia de los ríos de la Plata, San Juan y Arroyo Miguelete con un frente sobre el primero de 7.200 metros. La cercanía de Buenos Aires, que se avista desde la costa fue seguramente un factor decisivo, acrecentado por la variedad de oportunidades vislumbrada en la zona. Suelos arenosos en la costa, suelos profundos y fértiles en los valles, y suelos pedregosos de buen drenaje en las laderas de las colinas llamadas “Los Cerros de San Juan”. La multiexplotación granjera y agropecuaria proyectada tenía buena base para comenzar su desarrollo. Con tal motivo desembarcaron a partir de la siguiente década las primeras familias de inmigrantes europeos (alemanes, italianos, franceses e irlandeses), algunas de las cuales aún están radicadas en el predio. En 1862, Lahusen compró a su socio la contraparte quedando como único propietario. Su impronta se ve reflejada en las características de avanzada en cada una de las actividades iniciadas. Prácticamente todo el transporte era vía fluvial y marítimo, ya que no existían caminos adecuados ni transitables todo el año. Para ello la empresa contaba con un barco de vela propio, un pilot-boat de 1870 con 20 mts de eslora denominado Bremen, en honor a la ciudad natal de la familia Lahusen. Se diseñó toda la infraestructura del Establecimiento con sus más de 100 potreros con aguadas, molinos, y casas habitación para más de 50 familias, escuela, almacén, herrería, carpintería, taller, la primer etapa de la bodega de piedra, iniciada en 1869. NUEVAS DISTINCIONES Durante el período 1993/1997 Los Cerros de San Juan quiso evaluar la calidad de su producción en el concepto internacional. A partir de 1998 se resolvió suspender la concurrencia al haber sido satisfactorio el En ocasión de la visita del Dr. Nicola Pavlenko de Ucrania (ex presidente de OIV) a nuestra bodega, llevó como presente dos botellas de vino Cuna de Piedra Tannat cosecha 1998. Nos enteramos hoy, que por su cuenta lo presentó en el concurso de Yalta, Ucrania2000, con el aval OIV, logrando una Medalla de Oro que no esperábamos, pero que aceptamos con beneplácito. Sin duda la alta calidad de nuestros vinos sigue siendo de nivel internacional. BEST VALUE Nos comunica nuestra embajada en Londres con fecha 16 de agosto de 2000 sobre un artículo de prensa publicado en el periódico “Evening Standard”, del cual nos enviaron copia, con fecha 4 de agosto de 2000, y en lo que se distingue un vino uruguayo. Esto no hace más que ratificar la confianza en la calidad internacional de nuestros productos, y nos enorgullece sobremanera llevarlo cotidianamente a nuestros consumidores uruguayos. VINOS EN CRIANZA Debido al éxito de los vinos en crianza, nuestra bodega ha debido ampliar la capacidad de crianza en botellas que era de unas 300.000 botellas en la vieja bodega de guarda, incorporando una nave completa del viejo galpón de piedra de la Estancia, construido en 1921, debidamente acondicionado en sus protecciones térmicas naturales, con una capacidad de 200.000 botellas, por lo cual podemos guardar 500.000 botellas a temperatura controlada. EN LA PRÓXIMA ENTREGA MENSUAL: - "Los pioneros " parte II. |