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Casi por azar o feliz destino, una mistela del 1994 seguía creciendo en atributos en su continente de madera. Su dulzor y suavidad nos tocó el paladar, como un anciano sabio nos llega al alma. Con esta imagen y la categoría de un producto de 10 años, se ofrece al mercado la Mistela de uvas Riesling de la cosecha 1994. En los Cerros de San Juan la Mistela nació de la cosecha tardía de uvas Riesling, cuyo jugo era un concentrado de aromas y azúcares. Ese mosto meloso, recibió el agregado de alcohol para “apagar” la fermentación y conservar así su sabor dulce natural. Se crió en barricas expuestas al sol y a la brisa fresca del Río San Juan, recreando las condiciones del ecosistema del sur español. |